La campaña de control prioriza los entornos de los centros escolares, pero se extiende a todas las vías de circulación de la ciudad.
La Unidad Central de Tráfico de la Guardia Urbana planifica y coordina año tras año una campaña específica dirigida a mejorar la seguridad del transporte escolar. El control se extiende a todos los medios de transporte que utiliza el alumnado para acceder a los centros escolares (autocares, microbuses, vehículos comerciales, etc.) con el objetivo de reducir la implicación de este tipo de vehículos en accidentes de tráfico.
Los objetivos de la campaña, que estará activa toda la semana, son los siguientes:
- Adoptar las medidas correctoras adecuadas para reducir el riesgo de que se produzcan accidentes motivados por deficiencias técnicas de los vehículos.
- Corregir las infracciones de circulación y las relacionadas con la falta de uso o la utilización deficiente de los elementos de seguridad.
- Conseguir que los vehículos de transporte escolar cumplan los requisitos administrativos obligatorios y el resto de las condiciones administrativas que regulan la actividad.
- Verificar que se cumplan las condiciones de realización del servicio.
- Comprobar que los vehículos cumplan las condiciones técnicas específicas del transporte escolar y de menores.
Las infracciones que se corrigen son, pues, de diferentes tipos y pueden estar relacionadas con la documentación de la persona conductora y de los vehículos, las autorizaciones específicas de servicio de transporte escolar, las inspecciones técnicas de los vehículos y las pólizas de seguro obligatorias, la presencia de una persona acompañante (con el perfil adecuado) en los vehículos cuando sea obligatorio que esté, el certificado negativo en el Registro central de delincuentes sexuales tanto de la persona acompañante como de la conductora del vehículo y el estado de los dispositivos de emergencia, los cinturones de seguridad, los neumáticos y otros elementos de los vehículos.