El 63 % de las víctimas mortales en accidentes de tráfico durante el 2019, 14 de 22, fueron motoristas. Para reforzar la sensibilización de los usuarios y usuarias de moto, se inicia ahora una campaña a través de las motos compartidas (‘motosharing’) con el lema “En moto, cero riesgos. ¡Métetelo en el casco!”. La regulación de las motos compartidas contribuye a reducir la contaminación y optimizar el uso del espacio público.
La campaña es una iniciativa del Consistorio, el RACC y once operadores de motos compartidas y tiene el objetivo de promover buenas prácticas de seguridad vial entre los usuarios de moto y recordarles que:
- No se puede conducir bajo los efectos del alcohol ni las drogas.
- Hay que llevar siempre el casco y utilizar mascarilla y guantes.
- No se puede compartir el usuario, que es personal e intransferible.
- Hay que aparcar en las plazas habilitadas y, si se estaciona en aceras de más de 3 metros, hay que hacerlo siguiendo la normativa.
- Solo se puede circular por la calzada, no por las aceras, el carril bus ni el carril bici.
La regulación del servicio de motos compartidas, con más de siete mil licencias distribuidas entre once operadores, establece que los vehículos tienen que ser eléctricos y con un límite de velocidad de 50 km/h.
El impulso de esta modalidad de movilidad compartida contribuye a que la ciudad tenga un aire más limpio y menos ruido, optimizar el espacio público e incrementar la seguridad en la circulación de motos.