Espacios Verdes

Hace más de una década, Barcelona se comprometió a conservar y mejorar su red verde para beneficiar a toda la ciudadanía.

Por ese motivo desarrolló el Plan del verde y de la biodiversidad, que definía los retos y objetivos del Gobierno municipal para preservar los espacios verdes y la diversidad biológica en la ciudad.

Los principales objetivos fueron los siguientes: la conservación y mejora del patrimonio natural de la ciudad, para evitar la pérdida de especies y hábitats; conseguir el máximo de superficie verde y trabajar su conectividad mediante los corredores verdes; obtener los máximos servicios ambientales y sociales del verde y la biodiversidad, y hacer la ciudad más resiliente ante retos como el cambio climático.

Este plan establecía acciones para conseguir una infraestructura ecológica con beneficios ambientales y sociales.

El Ayuntamiento de Barcelona estableció el Programa de impulso a la infraestructura verde urbana para mejorar la calidad de vida ciudadana mediante la aportación de más verde a la ciudad. 

Ello incluía no solo nuevos parques, sino también mejorar el verde actual, como el existente en los ejes verdes, y promover iniciativas como las cubiertas verdes, medianeras y balcones. 

El objetivo era transformar la ciudad con más verde como eje central de políticas urbanas para mejorar la sostenibilidad y la calidad de vida.

Buena parte de ese programa, que finalizó en el 2023, actualmente está presente en los objetivos del Plan Natura Barcelona 2030.

Barcelona optó por hacer una jardinería pública más respetuosa y saludable que reduce el uso de productos fitosanitarios como los herbicidas. La ciudad prohibió el uso del glifosato en los espacios verdes urbanos municipales el 22 de diciembre de 2015. 

Este cambio se llevó a cabo para proteger la salud humana y el ecosistema urbano, promover la biodiversidad y mejorar la calidad ambiental.