La Unidad de Investigación y Prevención de la Accidentalidad (UIPA) concluye así la renovación de su flota, con un total de 14 vehículos nuevos: las 4 furgonetas híbridas adquiridas el año pasado y estas 10 de ahora, totalmente eléctricas. El cuerpo dispone actualmente de 584 vehículos motorizados, 249 de los cuales son eléctricos o híbridos no enchufables.
Las nuevas furgonetas disponen de una autonomía eléctrica de entre 196 y 285 kilómetros y han sido adquiridas por el Ayuntamiento de Barcelona mediante un contrato de alquiler de cinco años por un valor de un millón de euros, aproximadamente.
Con el objetivo de facilitar una intervención rápida y los desplazamientos por la ciudad, los nuevos vehículos tienen una longitud de 4,6 metros y una posición elevada para favorecer tanto la accesibilidad de los conductores como la visibilidad de la ciudadanía.
Así, estas furgonetas son más pequeñas que las cuatro presentadas el año pasado y que cumplen una función de oficina de atestados gracias a las mejoras tecnológicas que incorporan, como el Crash Data Retrieval (recuperación de los datos del siniestro). Este aparato se utiliza para hacer la lectura de los parámetros de conducción registrados por el Event Data Recorder (registrador de datos de sucesos), que actúa como un disco duro donde quedan almacenados los datos de los últimos cinco segundos del vehículo que ha sufrido un siniestro de tráfico, como el estado y la activación correcta de los sistemas de seguridad o las acciones realizadas por el conductor.
Toda esta información registrada, conjuntamente con las tareas de inspección ocular del lugar de los hechos que realizan los agentes, son vitales para redactar los informes y los atestados de la Guardia Urbana con todos los detalles.
Hacia una movilidad más sostenible
Actualmente, la Guardia Urbana dispone de 584 vehículos motorizados, 249 de los cuales son eléctricos o híbridos no enchufables, lo que significa el 42,64 % del total de la flota del cuerpo. Además, este año se incorporarán 36 vehículos totalmente eléctricos (turismos y escúteres) y se prevé sustituir progresivamente los quads térmicos por quads eléctricos.
Esta renovación se enmarca en el objetivo del Ayuntamiento de Barcelona de avanzar hacia una movilidad más sostenible fomentando el uso de vehículos híbridos y eléctricos y reduciendo, así, las emisiones de dióxido de carbono, el ruido y el consumo energético.