Barcelona es una de las ciudades europeas más caras para adquirir vivienda. Así pues, la búsqueda de una vivienda se ha convertido en un gran reto para los futuros propietarios y propietarias ante el cual hay que tener en cuenta varios factores para encontrar la opción más adecuada.

El precio de un piso puede variar mucho de un barrio a otro. Infórmate del coste del metro cuadrado por áreas y delimita la zona donde quieres vivir. Si compras a través de una inmobiliaria, debe estar inscrita obligatoriamente en el Registro de agentes inmobiliarios. Es recomendable que la cuota mensual del préstamo hipotecario que pidas no sea superior al 30 % de los ingresos totales de las personas convivientes.

Cuando estés sopesando una opción, fíjate bien con las características de la vivienda y del edificio: la superficie útil, el estado de las instalaciones, la antigüedad, los gastos de mantenimiento de la comunidad de propietarios y la previsión de obras en el edificio, entre otros.

Antes de hacer la compra, pregunta quién es el propietario real de la vivienda y si tiene pagos pendientes. No adelantes ningún pago hasta que no sepas quién es el agente que se encarga de la venta, se identifique el inmueble y su superficie útil, la referencia en la inscripción registral y el precio total de la transacción, entre otros aspectos. Si pagas algún adelanto, pide siempre el comprobante.

En el momento de hacer la compra, deben entregarte, sin ningún coste, un conjunto de documentos que debes guardar bien. Estos documentos incluyen, entre otros, la cédula de habitabilidad, los planos del inmueble y del edificio, un documento del Registro de la propiedad, los estatutos de la comunidad, el certificado de eficiencia energética y los documentos de garantía de la vivienda y de la hipoteca y los datos que necesitas para contratar los suministros básicos.

Si compras una vivienda de obra nueva y presenta desperfectos, tienes derecho a reclamar a la empresa promotora los que hayan sido a causa de defectos en la finalización de los trabajos durante un año desde la entrega. Si se trata de elementos que no cumplen con los requisitos de habitabilidad, el plazo de reclamación es de tres años. Y si son defectos por causas estructurales, el plazo es de hasta diez años.

En caso de reclamación, si la transacción se ha hecho entre particulares, deberás recurrir a la vía judicial. Si se ha hecho con una empresa o profesional, hazla dejando constancia de ello mediante la hoja oficial de reclamación, el formulario web o el teléfono con número de incidencia. Si en 30 días no obtienes respuesta, puedes hacer la reclamación en la web de la Oficina Municipal de Información al Consumidor.