Si tienes un vehículo en propiedad, debes contar con que, tarde o temprano, deberás rascarte el bolsillo para reparar alguna avería. Puedes evitar muchas averías graves si tienes cuidado en la conducción y en el mantenimiento del vehículo, pero habrá otras que aparecerán irremediablemente.
Para no encontrarte con sorpresas en el importe de la reparación, pídele al taller un presupuesto previo detallado. Una vez hecho, será válido durante doce días y servirá como resguardo. Si no lo aceptas, ten en cuenta que te pueden cobrar por su elaboración aunque finalmente no se haga la reparación.
Puede ser que durante la reparación el personal del taller encuentre nuevas averías. Antes de solucionarlas, deben informarte. Sin tu consentimiento, no pueden llevar a cabo ninguna nueva reparación. Ten en cuenta que el taller debe cumplir con el plazo establecido de entrega del vehículo y debe informarte en caso de que no lo pueda cumplir. Solo te podrán cobrar gastos de estancia si has tardado más de tres días laborables en recoger el vehículo.
Una vez hecha la reparación, recuerda pedir la factura y asegúrate de que estén detallados todos los conceptos. Tendrás un plazo de garantía de tres meses, aunque en el caso de los vehículos industriales es de quince días. En ambos casos, la garantía también se puede contabilizar mediante el kilometraje, y cubre hasta 2.000 km.
Para hacer reclamaciones, puedes rellenar la hoja oficial de la empresa para estos casos. Si no has obtenido respuesta en un plazo de 30 días, puedes hacer la reclamación en la Oficina Municipal de Información al Consumidor.