El teniente de alcaldía de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda, Jaume Collboni, se ha reunido esta mañana con representantes de entidades de la Comisión Permanente del Consejo de las Personas Mayores y de algunas asociaciones de protección de los derechos de consumidores para buscar una solución al problema de la falta de cajeros en algunas zonas de Barcelona. En el encuentro han participado también la concejala de Comercio, Mercados y Consumo, Montserrat Ballarín, y el concejal de Infancia, Juventud y Personas Mayores, Joan Ramon Riera.
En el año 2018 había un total de 1.214 cajeros en la vía pública en la ciudad y en el 2021 hay solo 717. Esto supone una reducción del 40 % de estas instalaciones con la consecuente afectación a la ciudadanía, especialmente, a todos los colectivos que tienen más dificultades para acceder a la tramitación en línea.
Esta primera reunión de trabajo tenía como objetivo poner en común las líneas de trabajo del Ayuntamiento de Barcelona y, a la vez, conocer las preocupaciones y propuestas de las personas afectadas.
Según indica el teniente de alcaldía: “Queremos forzar a las entidades bancarias y, a la vez, facilitarles soluciones para una problemática que no está totalmente diagnosticada, pero que es un clamor”. Y ha añadido: “Los cajeros de las entidades bancarias no tienen consideración de servicio público y, por lo tanto, no podemos obligar a ponerlos, pero la realidad es que sí que desempeñan una parte de función de servicio público y, por este motivo, es necesario buscar soluciones”.
Así, el Consistorio ha anunciado determinadas medidas que se quieren desarrollar próximamente en la línea de trabajar en lo que Collboni ha definido como “banca kilómetro cero”. Por una parte, se llevará a cabo una prueba piloto en los próximos tres meses para evaluar la instalación de cajeros en equipamientos municipales en los barrios en los que haya más déficit de este servicio. Este servicio lo tendría que asumir la entidad bancaria correspondiente y, además, pagar un canon al Ayuntamiento de Barcelona por ocupar espacio del equipamiento.
Además, la Oficina Municipal de Información a las Personas Consumidoras (OMIC) abrirá próximamente una línea directa de atención a las personas afectadas por esta situación. Este servicio busca recoger los problemas concretos y ofrecer un servicio de asesoramiento a las personas afectadas.
Por otra parte, el Consistorio quiere trabajar para modificar las cláusulas para la contratación con entidades bancarias e introducir nuevas cláusulas centradas en la atención a las personas y en la densidad de cajeros automáticos en el territorio. Finalmente, se estudiarán fórmulas para que las entidades incrementen la atención personalizada a la banca.
