Gràcia dignifica y revitaliza el ámbito del Mercado de la Abaceria con un nuevo mural en la valla perimetral de la obra
La intervención artística, impulsada por el Distrito de Gràcia y el IMMB, corre a cargo de la ilustradora vecina de la Villa Amaia Arrazola, y combina los valores de cultura y tradición, diversidad, proximidad y creatividad, entre otros.
El entorno de las obras del Mercado de la Abaceria, en la Vila de Gràcia, luce desde este lunes una nueva intervención artística en la valla perimetral para dignificar y revitalizar todo el ámbito. Se trata de un nuevo mural, a cargo de la ilustradora Amaia Arrazola, que refleja la identidad de Gràcia, se identifica con el mercado y combina los valores de cultura y tradición, diversidad, proximidad y sostenibilidad, comunidad y creatividad. Con esta intervención, el Distrito de Gràcia y el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) persiguen tanto embellecer y hacer más amable el entorno de las obras, como generar expectativa e ilusión entre vecinos y vecinas de cara al retorno del mercado.
El mural tiene 86 metros de largo y puede verse en la fachada de la calle de Puigmartí, donde la ilustradora y un equipo de grafiteros la han dibujado este fin de semana. Próximamente también se podrá ver en la fachada que da a la travesera de Gràcia, impreso en lona. Arrazola, que es vecina de la Vila de Gràcia, ha plasmado en su creación elementos icónicos del barrio según cada época del año, poniendo de relieve la cultura popular y, en consonancia con la alimentación de temporada, la fruta y la verdura que se puede adquirir en el mercado. Así, en verano se observan los decorados de fiesta mayor y la rumba catalana; en otoño, la castañada y la torre del reloj de la plaza de la Vila; en invierno, elementos navideños como el tió, pero también Sant Medir, las hogueras y el carnaval; y en primavera, la fiesta de Sant Jordi y elementos del paisaje graciense como la plaza del Sol.
Esta secuencia pretende ser la narración de los diferentes eventos que tienen lugar en las calles de la Vila de Gràcia durante todo el año, con la representación de figuras de diferentes edades, género y diversidad de orígenes, como símbolo de un barrio diverso .