Refréscate y prepara agua saborizada en casa
Si beber agua te parece aburrido, ¡es hora de probar el agua saborizada! Esta opción ha ganado popularidad como una alternativa saludable a las bebidas azucaradas y gaseosas. ¿Qué te parece? ¿Ya suena mucho mejor, verdad?
El agua saborizada es simplemente agua infusionada con frutas, hierbas, flores u otros ingredientes que le dan un sabor sutil. La elección de los ingredientes es fundamental. Frutas frescas como limón, naranja, fresa, y hierbas como la menta, así como vegetales como el pepino, son opciones populares que aportan un sabor natural y ligero. La clave es utilizar frutas maduras y de calidad, ya que liberan más sabor y nutrientes. ¡Y recuerda: hay que lavar bien las frutas, las hierbas y los vegetales antes de cortarlos y añadirlos al agua!
Las combinaciones de sabores son infinitas: ¡todo dependerá de tu gusto personal! Un clásico que nunca falla es la combinación de limón y menta. Para prepararla, solo hay que añadir rodajas de limón y unas hojas de menta fresca a una jarra de agua fría. Y si te faltan ideas, te proponemos otras combinaciones como fresa y albahaca, naranja y jengibre, o naranja con menta.
¿Quieres algo con más color? Prueba a añadir frambuesas, arándanos y fresas al agua. Aplasta ligeramente las frutas para liberar más sabor y disfruta de una bebida rica en antioxidantes. Y si buscas un toque más sofisticado, mezcla rodajas de pepino con hojas de albahaca. Esta combinación no solo es refrescante, sino que también tiene un efecto desintoxicante.
A diferencia de muchas bebidas comerciales, el agua saborizada casera no contiene azúcares añadidos ni edulcorantes artificiales. Si deseas añadir un toque de dulzura sin recurrir al azúcar, prueba con un poco de miel o estevia.
Un truco para intensificar el sabor es dejar reposar el agua con los ingredientes elegidos durante al menos dos horas en el refrigerador. Esto permite que las esencias naturales se infusionen completamente. Si deseas un sabor aún más potente, prepara la mezcla el día anterior y déjala reposar toda la noche. Recuerda que las frutas más jugosas, como los cítricos y los frutos del bosque, liberan su sabor más rápidamente que otras, como el pepino o las hierbas.
Es importante consumir el agua saborizada en los días posteriores a su preparación, ya que con el tiempo la fruta puede desprenderse en el agua y darle un sabor más amargo. Recuerda siempre mantenerla refrigerada para garantizar su frescura y el mejor sabor posible.
¡No esperes más y prepara el agua a tu gusto! La próxima vez que tengas sed, apuesta por las bebidas naturales y disfruta de una jarra de agua saborizada.