¡Celebramos el Miércoles de Ceniza y el entierro de la sardina!
Tras la alegría desenfrenada del Carnaval, llega el momento de la reflexión y la penitencia. El Miércoles de Ceniza marca esta transición anunciando el comienzo de la Cuaresma, un periodo de recogimiento y preparación para la Semana Santa. Esta celebración, que tradicionalmente representa la finalización del Carnaval, es también la ocasión para una práctica cultural única: el entierro de la sardina.
Los orígenes de esta fiesta se remontan a tiempos antiguos, cuando la sociedad estaba profundamente influida por las tradiciones religiosas. Durante el Carnaval, se permitía a los fieles gozar del exceso y la alegría, pero con la llegada del Miércoles de Ceniza, se ponía fin a esta abundancia.
Esta práctica, popularizada en diversas regiones de España, tiene sus raíces en antiguos rituales relacionados con la fertilidad y el ciclo de la naturaleza. La sardina, un pez abundante y común, se convierte en el símbolo del exceso y la alegría del Carnaval, y su "entierro" marca el comienzo de la moderación y la disciplina propias de la Cuaresma.
En el Mercado de Sant Andreu, como en otros mercados de la ciudad de Barcelona, esta fiesta todavía es acogida por algunos de sus comerciantes que, inmersos en la tradición y el espíritu de esta celebración, hoy han decorado sus puestos con sardinas colgadas y comerciantes vestidas de plañideras.
Dolors, de la pescadería Pelegrín, se ha vestido de negro para dar la bienvenida a la Cuaresma y representar el duelo, marcado por el adiós al desenfreno del Carnaval. Antiguamente, cuando ella era pequeña, "compraba una sardina y la iba a enterrar", de esta manera se daba la bienvenida a la Cuaresma, nos ha dicho con cariño.
Hoy es el día tradicional para comer sardinas. "Aunque hay varias maneras de tomarlas, si lo que quieres es un sabor auténtico, lo mejor es hacerlas a la brasa o a la plancha, aunque ahora se cocinan mucho al horno ", nos cuenta Dolors.
En el mercado también hemos podido hablar con Dolors y Marian de Bacalao Loli-Andreu, que han decorado su parada con la representación de la vieja Cuaresma con siete piernas que va perdiendo de una en una a medida que van pasando las semanas de Cuaresma. Además, hemos podido ver algunas sardinas colgadas disfrazadas, y ellas también se han vestido de plañideras. "Antes, todo el mundo se disfrazaba, tanto comerciantes como clientes", explica Dolors. "Y es que antiguamente se construía un ateo donde en el interior depositábamos sardinas y desfilábamos por las calles, acabábamos con una sardinada popular". Dolors también nos ha revelado que tradicionalmente, algo que no podía faltar en la mesa era la "coca de sardinas".
Y si todavía no has tenido tiempo de disfrutar de ese día tan especial, la fiesta no termina aquí. En el distrito de Sant Andreu, podréis disfrutar todo el día de diversas actividades relacionadas con esta celebración. Habrá varios talleres, un cortejo funerario y, por último, un espectáculo tanto para los más pequeños como para los mayores.