Coca de Sant Joan
Desharemos la levadura con la leche tibia, añadiremos tres cucharadas de harina y lo trabajaremos hasta que nos quede una masa lisa que dejaremos reposar hasta que nos doble el volumen.
Haremos un volcán de harina sobre el mármol de la cocina y en el centro pondremos la mantequilla, los huevos, el azúcar, la sal, el limón rallado y los granos de anís. Lo trabajaremos con las manos y después añadiremos la masa fermentada. Continuaremos trabajándolo hasta que nos quede una masa fina y compacta.
Untaremos una fuente de horno con aceite o mantequilla y estiraremos la masa por encima. Nos tiene que quedar de forma ovalada y tiene que tener un centímetro de grueso, más o menos. La pintaremos con huevo y pondremos la fruta confitada por encima y lo dejaremos reposar hasta que vuelva a doblar el volumen.
Prepararemos la crema: necesitaremos ½ litro de leche, 4 cucharadas de azúcar, 3 huevos, 3 cucharadas de harina de maíz (Maizena), piel de limón y una cilindro de canela.
Pondremos las yemas de los huevos en un cuenco y los mezclaremos, batiendo bien, con la harina de maíz. Pondremos a hervir la leche con la piel de limón y la canela. Lo sacaremos del fuego, removiendo todo el rato, y lo añadiremos a la mezcla de los huevos y la harina de maíz. Lo colaremos y lo cambiaremos de cazo para que vuelva a hervir, sin dejar de remover. Cuándo veamos que se vuelve espesa, la sacaremos del fuego y la dejaremos enfriar, tapándola con papel transparente para evitar que se nos haga una costra. Cuando esté fría, la meteremos en una manga pastelera.
Ahora sólo nos quedará poner la crema en la coca, en la cual también echaremos los piñones y azúcar por encima. Lo hornearemos a 180 grados durante unos 20-30 minutos, hasta que esté dorada.