¿Cómo conservar mejor las frutas y verduras de verano?
Cuando llega el verano y la despensa se llena de frutas, verduras y alimentos frescos de temporada, es más fácil que algunos productos se estropeen antes de poder consumirlos. El calor, la humedad y una conservación inadecuada pueden hacer que los alimentos se deterioren más rápido y acabemos desaprovechándolos.
¡Hoy compartimos con vosotros algunos consejos prácticos para conservar mejor los alimentos de temporada y reducir el desperdicio alimentario en casa!
Frutas de verano: dulces, jugosas... y delicadas
El melón, la sandía, el melocotón, el paraguayo, las nectarinas, las ciruelas o los albaricoques son algunos de los protagonistas de los meses de verano, pero también son frutas con mucha agua, que se estropean fácilmente si no las conservamos bien.
- A temperatura ambiente: las frutas que aún no están del todo maduras, como el melocotón duro, pueden terminar de madurar fuera de la nevera.
- En la nevera: una vez maduras, es necesario conservarlas en el frigorífico para evitar que se deterioren rápidamente. La sandía y el melón enteros pueden estar fuera, pero una vez cortados, siempre refrigerados y en un recipiente hermético.
Además, hay que evitar lavarlas antes de tiempo: lava solo la fruta que vayas a consumir, ya que la humedad acelera el moho.
En cuanto a las verduras, cada tipo tiene sus particularidades:
- Tomates: aunque a menudo los consideramos una verdura, en realidad son una fruta. Lo mejor es conservarlos fuera de la nevera para mantener su sabor y textura. Si los enfriamos, se vuelven más blandos y menos jugosos.
- Pimientos y pepinos: conservan mejor la textura si los guardas en la nevera, envueltos con un paño limpio o dentro de un recipiente, así evitarás el exceso de humedad y que se pongan blandos.
- Berenjenas: es mejor conservarlas fuera de la nevera, en un lugar fresco y seco. El frío puede estropear la piel y alterar su sabor. Lo ideal es consumirlas en pocos días.
- Calabacines: si tienes previsto consumirlos en un par de días, los puedes dejar en un lugar fresco de la cocina. Si los quieres conservar más tiempo, guárdalos en la nevera, mejor envueltos ligeramente o dentro de una bolsa de papel para protegerlos de la humedad.
- Judías verdes tiernas: se deben conservar en la nevera dentro de un recipiente o bolsa perforada. Cuanto más frescas las compres, más días se mantendrán crujientes.
- Zanahorias: se conservan muy bien en la nevera, dentro de una bolsa o un recipiente bien cerrado. Si aún tienen las hojas verdes, córtalas antes de guardarlas: así se mantendrán frescas más tiempo.
- Lechugas y hojas verdes (rúcula, espinacas, escarola…): lávalas solo cuando vayas a consumirlas. Para conservarlas mejor, puedes envolverlas con papel de cocina ligeramente húmedo y guardarlas dentro de un recipiente hermético.
Las hierbas aromáticas frescas, como el perejil, la albahaca, la menta o el cilantro, son especialmente sensibles al calor. Para conservarlas mejor, guárdalas en la nevera envueltas con papel de cocina húmedo dentro de un recipiente. También las puedes congelar, ya picadas, en una cubitera con un poco de aceite de oliva, ¡y tendrás condimentos listos para cocinar todo el año!
Como consejo, evita el contacto entre frutas y verduras. Algunas frutas, como las manzanas y los plátanos, desprenden etileno, un gas que acelera la maduración de otras frutas, verduras y alimentos.
¡En los mercados de Barcelona podrás llenar la nevera de productos frescos para disfrutar de los mejores sabores de temporada!
