Pan con tomate: el clásico que nunca falla
El pan con tomate es un imprescindible de la gastronomía catalana que no puede faltar nunca en la mesa. Tan sencillo como conocido, se puede preparar durante todo el año, ya sea como plato principal o como acompañamiento. Su virtud radica precisamente en la sencillez: solo hace falta una rebanada de pan, un tomate de colgar, un poco de sal y aceite de oliva. ¿El resultado? ¡Una delicia que combina con casi cualquier plato!
Con motivo de la celebración de la Diada, que conmemora la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas en 1714 tras un largo asedio, hoy os contamos el origen de uno de los platos que mejor representa la gastronomía y la identidad catalana.
Hay diversas teorías sobre el origen del pan con tomate. Algunos dicen que es una evolución del pan con aceite de oliva, una comida que ya se consumía en la antigua Grecia, a la que se incorporó el tomate. La primera referencia escrita al pan con tomate tal como lo conocemos hoy data de 1884, y señala que las antiguas masías catalanas ya tenían la costumbre de untar el pan duro con ingredientes como el tomate o el aceite para ablandarlo.
Otras versiones también afirman que el pan con tomate podría haber nacido en París (en una publicación catalana de finales del siglo XIX, el autor afirma que es en la ciudad francesa donde prueba este pan aderezado con tomate y aceite), o que podrían haber sido trabajadores murcianos emigrados a Barcelona quienes habrían introducido esta manera de preparar el pan. Sea como sea, todo apunta a un origen vinculado al entorno rural catalán… pero, como pasa con muchos clásicos, ¡hay teorías para dar y vender!
Para disfrutar de un pan con tomate delicioso, la calidad de los ingredientes es clave:
- Un pan de payés: que sea crujiente por fuera y suave por dentro. Si sois puristas de la tradición, podéis utilizar pan de unos días atrás para ablandarlo con el tomate y el aceite.
- Tomates de colgar: son la mejor variedad por su pulpa sabrosa.
- Aceite de oliva virgen extra: imprescindible para darle un toque especial y sabroso.
- Sal marina, preferiblemente gruesa: con solo una pizca será suficiente para conseguir un resultado exquisito.
El pan con tomate es mucho más que una combinación de cuatro ingredientes: es un símbolo de identidad y cultura catalana que ha traspasado fronteras. ¡Puede ser una receta sencilla, pero deliciosa!
No dudéis en visitar los mercados de Barcelona para conseguir los mejores ingredientes y preparar un pan con tomate de primera.
