Platos saludables, de proximidad e intergeneracionales en el mercado del Carmel
La Escola de Salut per a les Persones Grans (ESPG) del Carmel tiene el objetivo de mejorar el estado de salud percibido de las personas mayores a través de sesiones grupales gratuitas semanales, en las que los asistentes participan en talleres prácticos y charlas.
Una de estas actividades fue una sesión intergeneracional de alimentación saludable y de proximidad, que tuvo lugar el 20 de febrero en el mercado del Carmel. Esta iniciativa busca promover una alimentación saludable y sostenible, combatir la soledad no deseada y fomentar la colaboración entre los participantes mayores y los jóvenes.
Este proyecto está impulsado por la trabajadora social sanitaria del CAP Carmel, el técnico del programa contra la soledad no deseada del Pla de Barris del Ayuntamiento de Barcelona y la Agencia de Salud Pública de Barcelona, con la colaboración de diversos equipamientos comunitarios del barrio del Carmel.
El encuentro contó con la colaboración de la Fundació Adsis y la Associación HEBE, dos entidades que ayudan a formar a jóvenes en situación de vulnerabilidad. Por un lado, Adsis trabaja con jóvenes de entre 16 y 21 años que, por diferentes circunstancias, no han podido completar la ESO, ofreciéndoles formación técnica (cursos especializados) y básica para que puedan reinsertarse en el sistema educativo. Por otro lado, HEBE se caracteriza por ser un servicio de primera acogida para aquellas personas que llevan poco tiempo en el territorio y quieren promover su autonomía a través de proyectos de formación instrumental básica, actividades socioculturales y de ocio relacionadas con el conocimiento del entorno. En concreto, los jóvenes que participaron en la actividad forman parte de la formación en cocina que ofrecen ambas organizaciones.
La sesión comenzó con una breve introducción en la que los organizadores explicaron la dinámica. Divididos en pequeños grupos intergeneracionales de cuatro personas (dos mayores y dos jóvenes), los participantes tuvieron que crear un plato saludable con alimentos del mercado. Para ello, a cada grupo se le entregaron dos fichas. Antes de empezar, Inma, enfermera de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, e Iván, dietista-nutricionista del CAP Carmel, explicaron cómo debían estructurarse los platos: cada uno debía incluir un 50% de verduras u hortalizas (de cualquier tipo, pero preferiblemente de temporada o proximidad), un 25% de harinas (pasta, pan o cualquier derivado de cereales, idealmente integrales) y un 25% de proteínas (alimentos de origen animal o legumbres). Con todo listo, los participantes se pusieron en marcha para recorrer el mercado y colaborar en la creación de platos saludables.

La dinámica fomentó la colaboración entre ambos colectivos participantes, que disfrutaron paseando por los puestos del mercado y buscando alimentos para completar sus platos: fruta y verdura, pescado y marisco, legumbres, aves y huevos, carnes...
Lo explica muy bien María Justa, vecina del barrio y clienta habitual del mercado. Cada sábado va a comprar y hay dos puestos que nunca falla en visitar: la frutería Moreno y la pescadería Esther. Le encantó la iniciativa, ya que ella puede aprender de los jóvenes y ellos de ella. "Ellos" son Darwin e Ian, dos chicos de 16 y 17 años. Nos cuentan que, por ejemplo, ayer en clase cocinaron tortilla de patatas con cebolla caramelizada. A María Justa también le gusta la tortilla con cebolla, porque, según ella, si no, queda muy seca.
Después de un rato explorando lo que cada puesto podía ofrecer, los grupos se reunieron de nuevo para compartir los platos que habían creado. Podemos adelantar que algunos quedaron realmente deliciosos, ya que, con productos frescos y de proximidad, es mucho más fácil preparar un plato saludable.
¿Y cuál ha sido el resultado? Uno de los grupos creó un plato de lentejas con arroz, brócoli y costillas. Tal como explicaron los responsables, no está mal, pero hay dos fuentes de proteína (lentejas y costillas), por lo que habría que elegir solo una de ellas. Otro grupo elaboró un plato compuesto por una ensalada de tomate, cebolla y zanahoria, un filete de ternera y arroz. ¡Un buen ejemplo de un plato equilibrado!
Para finalizar la actividad, los organizadores repartieron el tríptico Pequeños cambios para comer mejor, de la Generalitat de Catalunya, para que todos los participantes pudieran llevarse una guía y recordar lo aprendido durante la sesión, reforzando así los hábitos alimentarios saludables. Por ejemplo, la guía recomienda aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres y frutos secos, así como llevar una vida activa y social. También apuesta por el agua, los alimentos integrales, el aceite de oliva virgen y el consumo de productos de temporada y proximidad. Finalmente, aconseja reducir el consumo de sal y azúcar, carnes rojas y procesadas y alimentos ultraprocesados.
Para cerrar la jornada, se hizo una breve presentación de la Biblioteca del Carmel. Mercè, la educadora de la biblioteca, explicó que cada viernes, de 10:30 h a 13:30 h, se habilita en el mercado un servicio de préstamo de libros, Bibliomercat. Aprovechando la ocasión, llevó libros de cocina y cómics e invitó a los jóvenes a hacerse el carné de la biblioteca para seguir aprendiendo.
Jóvenes y mayores han compartido una mañana de aprendizaje y colaboración, donde la experiencia y la sabiduría de unos y los conocimientos de cocina de otros se han combinado a la perfección para crear una sesión intergeneracional llena de complicidad.
