En febrero de 1997 empezaron las obras de remodelación, que acabaron el 12 de mayo de 1998. Las obras, llevadas a cabo por iniciativa del IMMB y de acuerdo con los comerciantes, siguieron el proyecto del arquitecto Albert de Pineda i Álvarez.
La actuación consistió en el derribo y la reconstrucción del interior del mercado, la construcción de dos plantas subterráneas y la rehabilitación de las fachadas y la cubierta. En la primera planta, se instalaron el almacén, el muelle de carga y descarga y una planta de recogida selectiva de residuos.
La remodelación respetó las dos fachadas del edificio, en las que solo se sustituyeron las láminas de madera de los cerramientos por las paredes de vidrio que se pueden contemplar actualmente. También implicó una racionalización del número de puestos y una ampliación de los nuevos. El 16 de mayo de 1998 se reinauguró el mercado.