Finaliza la prueba piloto del programa educativo “¿Te acompaño? No estás solo/sola”
A principios de año comenzó la prueba piloto del nuevo programa educativo “¿Te acompaño? No estás solo/sola”, una iniciativa que tiene como objetivo visibilizar la soledad entre los jóvenes de 10 a 12 años, sensibilizar a la comunidad educativa sobre esta realidad, dotarla de herramientas y transformar la realidad de los niños desde el análisis y la reflexión a través de una metodología dinámica.
Esta acción educativa, enmarcada dentro de la Estrategia Municipal contra la Soledad 2020-2030 y que ha sido diseñada por el Consejo de Innovación Pedagógica de la mano de Mercados de Barcelona, Viu el Teatre, la Asociación Contra el Cáncer en Barcelona, la Universidad Ramon Llull-Blanquerna y el Departamento de Promoción de la Infancia, tiene como propósito que los niños puedan identificar, conocer y reconocer estos sentimientos de soledad no deseada.
La prueba piloto se ha llevado a cabo entre enero y mayo con los alumnos de 6º de la Escuela Turó Blau y se ha trabajado el proyecto en dos fases. En la primera, el alumnado trató el concepto de la soledad con dos dinámicas dirigidas por psicólogas de la Asociación Contra el Cáncer en Barcelona. En la segunda fase, los niños trabajaron la expresión artística con la redacción de textos que posteriormente se convirtieron en una representación teatral.
El pasado mes de mayo la prueba piloto llegó a su fin y los alumnos de la Escuela Turó Blau llevaron a cabo la representación teatral ante las familias y la comunidad educativa con un resultado muy exitoso.
El equipo de Viu el Teatre ha sido una guía fundamental en este proyecto, acompañando a los niños en todo el proceso artístico, situándolos a ellos en el centro de la práctica teatral para poder transformar el conocimiento sobre la soledad no deseada en una obra de teatro en la que los mismos alumnos han escrito el guion, han imaginado los espacios, los efectos sonoros y finalmente lo han interpretado sobre un escenario.
Gisela Juanet, coordinadora de proyectos de Viu el Teatre, nos explica que “desde Viu el Teatre tenemos una misión: que las artes escénicas estén presentes en la vida de las personas. Y concretamente en este proyecto hemos querido dar herramientas artísticas a los niños para empoderarlos a crear colectivamente desde la escucha y el respeto, desarrollar las habilidades corporales, creativas y sonoras que nos ayudan a la hora de interpretar y finalmente la capacidad de emocionar y comunicar ideas desde un escenario”.
El teatro es una herramienta que puede contribuir a sensibilizar a la comunidad educativa y a la sociedad en general sobre temas como la soledad no deseada. En este sentido, Gisela Juanet destaca que “el teatro es pura emoción y llega de forma directa al espectador. Por este motivo, es una herramienta única para sensibilizar sobre cualquier idea, tema o historia. En un mundo cada vez más digitalizado e individualista, las catarsis colectivas de las artes escénicas son un pequeño tesoro social que hay que promover para no perder la esencia humana”.
Respecto a la sinergia entre Viu el Teatre, Mercados de Barcelona y las otras organizaciones y entidades, Juanet explica que desde Viu el Teatre les apasiona colaborar y cooperar con aquellas organizaciones que encuentran puntos en común. Añade que “compartir es vivir y vivimos con intensidad. La escucha, el respeto, la suma y las ganas de aportar valor artístico y educativo al proyecto han sido claves para llevarlo a cabo y alcanzar cada uno de los objetivos propuestos por las organizaciones impulsoras”.
La Asociación Contra el Cáncer en Barcelona, que ha sido otro guía fundamental para los alumnos en este proyecto, ha ayudado a los niños proporcionando herramientas para acompañar el sufrimiento, detectar la soledad y saber cómo afrontarla.
Ainhoa Marín, responsable de bienestar emocional de la Asociación Contra el Cáncer en Barcelona, manifiesta que la entidad siempre ha tenido un papel destacado en la promoción de la salud en los centros educativos. “El bienestar emocional es un pilar más de la salud, que a menudo no se tiene en consideración o incluso se menosprecia. Gracias a nuestra trayectoria acompañando a enfermos y familiares oncológicos en situación de sufrimiento, sabemos que es necesario desarrollar ciertas habilidades emocionales que nos ayudarán a enfrentar de la mejor manera situaciones vitales complejas que encontraremos a lo largo de la vida. Por eso, con este programa queríamos poner el énfasis en el acompañamiento del sufrimiento”, explica Marín.
Respecto a lo que querían transmitir a los niños con este proyecto, Marín añade que “pretendemos que los niños sean sensibles y respetuosos con las necesidades emocionales de los demás. A menudo, los adultos no somos capaces de acompañar una situación de sufrimiento, no sabemos qué decir, no sabemos cómo actuar, en definitiva, no sabemos cómo ayudar al otro”.
Desde la Asociación Contra el Cáncer en Barcelona consideran que faltan herramientas para acompañar el sufrimiento sostenido. Es importante buscar la manera de ser educados en la gestión de las emociones desde cualquier ámbito de la vida. Ainhoa Marín destaca que “una buena educación emocional nos serviría no solo para entender mejor lo que nos pasa en cada evento vital que nos ocurra y enfrentarlo con más recursos, sino también nos ayudaría a saber acompañar el sufrimiento ajeno y por tanto evitar algunas de las soledades no deseadas o construir vínculos que sean más seguros y resistentes ante cualquier circunstancia”.
Marín concluye que “ha sido un proyecto muy experiencial que estoy segura habrá dejado huella en todos los niños”.
La colaboración entre entidades y la suma de esfuerzos ha dado un resultado muy positivo, creando una experiencia enriquecedora y muy valiosa para los niños que han podido acercarse a la soledad de una manera diferente, original y creativa.