Derechos Sociales, Educación y Ciclos de Vida

Incluye los programas y las acciones que contribuyen a hacer de Barcelona una ciudad donde se envejezca de manera digna y activa, por medio del despliegue de un conjunto de servicios de promoción y participación social, así como de servicios de atención a personas mayores frágiles, en el marco del Programa municipal para las personas mayores.

Esta etapa de la vida requiere de una atención especial, centrada en tres ejes básicos: la formación, el trabajo y la vivienda. Entendiéndolos como pasos necesarios para obtener una emancipación plena, como colectivo, y como personas dentro de la sociedad.

El trabajo, pues, se centra al desarrollar actuaciones propias en el ámbito de la promoción para la gente joven, como por ejemplo: el apoyo a las asociaciones juveniles, la promoción de la participación de los y las jóvenes, la creación de equipamientos juveniles (Espacios jóvenes, Casals de jóvenes y Puntos de Información Juvenil), el desarrollo del programa Barcelona *Bonanit que promueve la realización de actividades nocturnas de iniciativa juvenil y la apertura de servicios dentro de esta franja horaria, como son por ejemplo las salas de estudio nocturnas, y el apoyo a la implementación de las políticas juveniles de distrito, entre otros.

Además, se coordina y lidera el resto de políticas municipales dirigidas a los y las jóvenes y adolescentes en los ámbitos de la salud, la educación, el deporte, la movilidad, los derechos civiles, el transporte, la vivienda, etc.

El área LGTBI del Ayuntamiento vela por el respeto y la no discriminación por motivos de diversidad sexual y de género en todos los ámbitos del consistorio, la política y la sociedad. El objetivo es acabar con las discriminaciones causadas por el sexismo en todas las áreas de nuestra vida cotidiana, como ahora el deporte, el trabajo, la escuela, la cultura, las relaciones internacionales, etc.

Las políticas de acción social y ciudadanía comportan una fuerte dimensión participativa y relacional. La Barcelona inclusiva y solidaria la queremos hacer con las personas, desde la implicación directa y protagonista de los ciudadanos y las ciudadanas y del tejido social.

Los espacios de participación de acción social y ciudadanía tienen asignadas funciones de impulso, elaboración, consulta, validación y seguimiento de las políticas municipales de este ámbito. Los consejos de participación social están formados por ciudadanos y ciudadanas a título personal, entidades y organizaciones, asociaciones ciudadanas, representantes de todos los grupos políticos municipales, profesionales del ámbito universitario y otras instituciones de la ciudad.

Finalmente, merece una especial consideración el Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva. El acuerdo es un espacio de confluencia de un gran número de entidades de la ciudad que acuerdan trabajar en la perspectiva de la inclusión social. Entidades y Ayuntamiento forman redes de acción por la inclusión social, en que se ponen en marcha verdaderos programas de trabajo en red, a partir de objetivos, recursos y métodos de trabajo compartidos.

El Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) promueve las actividades culturales y de ocio que se desarrollan en la ciudad, difundiéndola por los distritos y barrios; apoya la iniciativa ciudadana y cívica; crea, gestiona y mantiene el patrimonio artístico, científico, tecnológico, natural y documental; o incentiva la presencia en la ciudad de industrias culturales.

La gestión de las actividades deportivas que se llevan a cabo en Barcelona se realiza a través del Institut Barcelona Esports, que entiende el deporte como herramienta para la educación, la salud, la formación, la transmisión de valores positivos, la inclusión y la mejora de la cohesión social en los barrios. Para ello, impulsa programas e iniciativas que garanticen un acceso universal a la práctica deportiva y a la actividad física.

Esta Dirección apoya e impulsa aquellas iniciativas y proyectos que, desde el tejido asociativo formal e informal, abordan de forma colectiva los retos sociales. El enfoque comunitario apunta hacia la autonomía, hacia la construcción de una sociedad civil más fuerte y organizada, con más iniciativa y más capacidades para convertirse en actor social y político. Aspira, por tanto, al fortalecimiento democrático de la comunidad y, en consecuencia, de la ciudad.

La Estrategia municipal contra la soledad tiene el objetivo de promover las relaciones de calidad, sólidas y duraderas, y de velar por el bienestar de todos los ciudadanos y las ciudadanas. Ésta se plantea con un horizonte de trabajo de 10 años (2020-2030), y se vertebrada sobre cuatro lineas estratégicas y 25 objetivos concretos.